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Seguridad eléctrica en instalaciones hospitalarias

Por Ing. Ronald Gómez, Prysmian Goup

Si bien es cierto a esta altura de los tiempos ya estamos familiarizados con el uso de la energía eléctrica, aún es muy frecuente observar instalaciones eléctricas defectuosas, mal diseñadas, mal ejecutadas, sin puesta a tierra y con protecciones inadecuadas. El usuario en general desconoce esta realidad, o bien, piensa que como hasta la fecha no tuvo problema alguno, esta situación se mantendrá.

Cabe destacar que la mayor parte de los incendios ocurren por fallas en las instalaciones y equipo eléctrico, lo cual es particularmente peligroso en hospitales y centros médicos. Para evitar esto, debe haber una linealidad entre diseño, materiales a emplear, ejecución, uso y mantenimiento de las instalaciones.

En un centro de salud, los pacientes presentan una resistencia muy baja al flujo de la corriente eléctrica y esto incrementa el riesgo de una descarga en el caso de presentarse una falla en los equipos eléctricos que estén a su alrededor. Una descarga eléctrica actúa de la siguiente manera:

  1. A medida que se incrementa la corriente eléctrica se produce en el individuo distintos efectos sobre sus nervios y músculos. Inicialmente hay una sensación de hormigueo apenas perceptible, al incrementarse se convierte en molesta y luego en dolorosa.
  2. Si sigue elevándose la corriente eléctrica comienzan las contracciones musculares hasta llegar a la tetanización (movimiento incontrolado de los músculos como resultado del paso de la corriente eléctrica, que anula la capacidad del control muscular). Simultáneamente se produce una sobre elevación de temperatura debido al efecto Joule (calor generado por un resistor al ser atravesado por una corriente). La sobre elevación de temperatura puede provocar quemaduras en los puntos de contacto o en áreas cercanas a la descarga debido a la mayor densidad de corriente en dichos puntos. El paso de la corriente eléctrica afecta a los órganos interpuestos en la zona de circulación.
  3. El corazón, por ser un músculo, es afectado de manera particular cuando se ve involucrado en el circuito eléctrico. Si la corriente eléctrica es grande, provoca la fibrilación del músculo completo deteniendo la circulación de la sangre. Si el tiempo es corto, el latido del corazón se restablece automáticamente, pero pueden quedar secuelas en los órganos que tuvieron falta de oxigenación en ese lapso, principalmente en el cerebro. Una corriente de menor valor solamente afectará parte de las fibras del miocardio interrumpiendo la sincronización tradicional. Esa falta de sincronismo se denomina fibrilación. Si se produce fibrilación ventricular es necesario revertirla con equipamiento médico (cardioversor) en tiempo y forma. De lo contrario, el individuo muere, dado que el corazón no puede entrar en sincronismo por sí mismo.

Para prevenir este tipo de accidentes, los ingenieros deben seguir unos lineamientos ya establecidos.

Cuidados eléctricos en un hospital

En toda Centroamérica, tenemos el NEC también conocido como la “Biblia Eléctrica”, la cual nos da los lineamientos a seguir en cualquier tipo de diseño eléctrico, sin dejar de lado el que se requiere en un centro hospitalario.

En los que respecta a Costa Rica, el cableado eléctrico de la instalación fija de cualquier edificio se diseña tomando en consideración el código eléctrico NEC 2014 en español (NFPA 70), y específicamente para el caso de hospitales o centros médicos el NEC, en el artículo 517 da las pautas a seguir en instalaciones de edificios para cuidados de la salud.

Uno de los aspectos fundamentales en el diseño eléctrico de un hospital es tener como mínimo dos acometidas, las cuales deben provenir de circuitos distintos, porque en caso de que haya un problema y/o se necesite hacer reparaciones o mantenimiento en una de las acometidas, automáticamente entra en funcionamiento la segunda.  Además de las acometidas, se debe contar con plantas generadoras de electricidad que funcionan con combustibles fósiles. Con estas tres medidas de seguridad se garantiza un servicio de electricidad casi ininterrumpido y con un margen de fallas muy bajo, ya que no habría forma alguna de que el edificio se quede sin electricidad.

Las puestas a tierra también son un aspecto importantísimo en toda instalación eléctrica, aún más en un hospital, y en el artículo 517 del NEC 2014 se le da mucho énfasis a cómo hacer el cableado, así como todas las diferentes maneras de instalar las puestas a tierra en cada sección del hospital o centro médico.

En las áreas donde haya camas de pacientes generales, cada cama debe estar equipada por lo menos por dos circuitos ramales, uno procedente del sistema normal y otro del sistema de emergencia, cada cama debe contar como mínimo con cuatro tomas, y todos ellos deben estar listados como  “grado hospitalario”.

Dentro del área de pediatría, todos los tomas localizados en las habitaciones, baños, salas de juegos, pabellones y áreas de cuidado de pacientes deben de ser listados y resistentes a la manipulación indebida (TR), éstos son los que impiden que los niños curiosos introduzcan objetos dentro de los tomas y sufran un accidente debido a una descarga eléctrica.

En el área de cuidados críticos, cada cama debe estar alimentada de al menos dos circuitos ramales, uno o más del sistema de emergencia y uno o más del sistema normal, cada cama debe contar como mínimo con seis tomas, y todos ellos deben estar listados como “tipo hospitalario”.

Es importante tener en cada circuito tomas GFCI (Interruptor de Circuito por Falla a Tierra). Estos tomas son dispositivos que cortan la electricidad en milisegundos cuando detectan el menor desbalance entre la corriente que sale por el conductor vivo y el retorno por el conductor neutro (lo que hace suponer que una parte de la electricidad se está derivando a tierra a través de otro conductor, que bien podría ser una persona). El principal aporte es que se corta la electricidad en un lapso de tiempo más corto que el mismo breaker. En los hospitales no se exigen en aquellas áreas de cuidado crítico en las que el servicio y el lavamanos estén en la misma habitación del paciente, porque la humedad puede estar “disparando” los tomas y dejando sin electricidad la habitación, y al ser un paciente crítico no va a correr peligro de una descarga, sino más bien de quedarse sin corriente  eléctrica en la habitación.

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